Te amo. Te amo de una manera inexplicable. De una forma inconfesable. De un modo contradictorio.
Te amo. Con mis estados de ánimo que son tantos. Y cambian de humor continuamente. Por lo que ya sabes... El tiempo, la vida, la muerte. Las cosas que pasan. Y las otras que no me pasan.
Te amo. Con el mundo que no entiendo. Con la gente que no comprende. Con la ambivalencia de mi alma. Con la incoherencia de mis actos. Con la fatalidad del destino Con la conspiración del deseo. Con la ambigüedad de los hechos. Aun cuando te digo que no te amo, te amo. Hasta cuando te engaño no te engaño En el fondo llevo a cabo un plan para amarte mejor.
Te amo. Sin reflexionar inconscientemente. Irresponsablemente, involuntariamente. Por instinto, por impulso, irracionalmente. En efecto no tengo argumentos lógicos. Ni siquiera improvisiados. Para fundamentar este amor que siento por ti. Que surgió misteriosamentede la nada. Que no ha resuelto mágicamente nada. Y que milagrosamente, con ese poco y esa nada. Ha mejorado lo peor de mi.
Te amo. Te amo con un cuerpo que no piensa. Con un corazón que no razona. Con una cabeza que no coordina. Te amo incomprensiblemente. Sin preguntarme porque te amo. Sin importarme por que te amo. Sin cuestionarme porque te amo. Te amo sencillamente porque te amo. Yo mismo no sé porque te amo.